VIERNES SANTO, LA PASIÓN DE MARÍA:
···Y sentí un frio recorrer todo mi cuerpo, y picaron a la puerta y vinieron a avisarme:
«María, han apresado a tu hijo, se han llevado a Jesús para ajusticiarle.»
Y el miedo me invadió, y mi corazón se encogió, y recordé las palabras de mi hijo días antes:
«Mujer, momentos duros vivirás que dejarán una herida profunda en tu corazón, que no curará el tiempo. Más así ha de ser Madre, pues mi destino está escrito. Me verás recoger los pecados del mundo, y sentiré la injusticia de mis hermanos. Y el dolor de tu corazón mi amor lo cubrirá. Y me verás renacer con la inmensidad de la luz de Dios.«
Y con su abrazo sentí su despedida, pero no la quise aceptar; no podía ser verdad que a alguien tan puro y bueno, el regalo que Dios había enviado, se lo llevase de mi vida···No, no podía ser verdad.
Y salí corriendo a buscarlo, a ver donde tenían al corazón de mi vida.
Y sentí su dolor tras los muros de piedra, y sentí su dolor a cada nueva herida; y mi cuerpo se estremecía, se rompía, se quebraba.
NO, no era verdad lo que estaba sucediendo···a ÉL NO.
Pudimos llegar al patio del palacio de los romanos, entre la multitud. Y mis ojos se llenaron de lágrimas y dolor al ver su cuerpo ensangrentado, su cara golpeada, sus manos atadas, su mirada de dolor.
«NO, GRITÉ , A ÉL NO.»
Y le cargaron el madero, y le grité:¨ Hijo mío, no puedo llegar a ti, quiero ayudarte y no puedo…. mis lágrimas son de sangre por ver como te tratan tan injustamente. Sólo puedo besar el suelo por donde tu pasas , sólo puedo seguir tus pasos para recoger la sangre que vas dejando.
» NO, A TÍ NO, NO PUEDEN HACERTE ESTO. «
Y recordé cada uno de los momentos de tu vida, cada beso que te di para consolarte cuando eras pequeño; los abrazos que me dabas para agradecer mis esfuerzos. Lo orgullosa que estaba de ti.
«Tres clavos clavaron en mi Alma, y una lanza en mi pecho, y el dolor en mi corazón por la gran injusticia que habían cometido contigo.»
Y el cielo se nublo….. y me miraste….. y tu amor se quedó guardado en mi Alma para siempre; y le pediste a Dios Padre que les perdonase….el cielo se estremeció, la tierra tembló, y tu vida se apagó.
Bajaron tu cuerpo para que yo lo abrazase: » Jesús hijo mío que te han hecho ¿porqué a ti? «
Con mis lágrimas limpié las heridas de tu cara, con mi manto cubrí tu cuerpo maltratado…Besé cada una de tus heridas para que sintieras el consuelo. Te mantuve abrazado para sentir tu calor.
«A LOS PIES DE LA CRUZ VIVIENDO MI PASIÓN»
*MARÍA*
